30 de des. 2008

Creciendo con el "grifo cerrado"


Leo hoy una noticia salida en Expansión sobre las nuevas formas que tienen las centrales franquiciadoras para poder seguir con el ritmo de aperturas previsto.

El artículo trata sobre el hecho que algunas centrales deciden efectuar el papel de banco para así poder facilitar el acceso al crédito necesario para realizar la inversión, como en el caso de PRESSTO. Obviamente para este franquiciador, existen unos condicionantes:
- que ya sea franquiciado de la cadena
- solo para aperturas en España

Esta politica de financiación coyuntural afirman, la acomenten porque han visto que existe un porcentaje de un 25% de nuevas aperturas que no se han realizado o retrasado por falta de liquido.

Evidentemente, la respuesta a este tipo de acciones ha sido dispar, desde los que entreveen un peligro por la posibilidad de no retorno del capital como Santiago Barbadillo hasta los que aplauden esta opción como Xavier Vallhonrat.

La verdad es que la lectura final puede ser un poco de ambas. Si no se conoce a quien se deja y no hay garantías, la primera postura parece ser la más razonable.

Por el contrario si se conoce, la segunda visión es la acertada. Y lo es porque, no lo olvidemos, la franquicia necesita crecer y muchas veces, rápido.

A veces este crecimiento depende de la ubicación y a veces en determinadas localizaciones solo hay cuota de mercado para una unidad del sector competitivo al que pertenece.

Por ello, la opción de ser además un agente financiero presenta una serie de ventajas adicionales:

- Es un valor añadido al intangible de la compañia que la hace más valiosa a la vista de sus actuales y potenciales franquiciados.

- Si bien es una opción más cara que la de crecer con capital ajeno, lo es más barata que crecer con recursos propio, pues tiene una duración determinada. Además, en una forma mixta como podría ser una joint venture o participativa, los inconvenientes de gestión suelen ser costes sumergidos que no se suelen valorar en su justa medida.

- Para desempeñar dicho papel de agente financiero, obliga a la Central a llevar un registro y conocimento exhaustivo del franquiciado. Ello implica mayor comunicación y mayor implicación por ambas partes: del franquiciador en cuanto a "se juega la pasta" y del franquiciado "sus dos negocios", con lo cual la relación de quasi-socio es realmente presente en la relación que inician.

Realmente es una apuesta valiente...

Si la situación financiera de los mercados sigue así, este será un rol que muchas centrales tendrán que jugar pero que previamente debe ser estudiada, sopesada e implementar ciertos mecanismos para su correcto funcionamiento en cuanto a análisis interno u externo realizados sobre la lógica del negocio.

Pero eso es harina de otro costal!!!.